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Las empresas generan gran cantidad de residuos que requieren un trato y una gestión especial. Pueden ser peligrosos y no peligrosos, siendo los primeros los que requieren mayor cuidado y atención.
El transporte de estos residuos lo tienen que llevar a cabo empresas como nosotros, especializadas en su gestión. Ya que es un proceso peligroso en el que hay que tenerlo todo muy bien atado.
Residuos peligrosos
Los residuos peligrosos son aquellos que suponen un riesgo para salud. Como por ejemplo aceites usados, lodos contaminantes, pilas, líquido de frenos, combustible o polvo de pintura, entre otros.
Estos residuos tienen características que los hacen explosivos, inflamables, cancerígenos, tóxicos, corrosivos…
Residuos no peligrosos
Los residuos no peligrosos no suponen una amenaza para nuestra salud. No emiten ninguna sustancia tóxica ni ponen en riesgo la vida de nadie.
Algunos ejemplos son el hierro y el acero, plástico y caucho, madera, vidrio, cableado, papel y cartón…
Cómo transportar residuos
Para poder transportar residuos, has de estar autorizado y tener determinados permisos. Así como cumplir las leyes nacionales e internacionales establecidas. En muchas ocasiones, los residuos que se transportan son peligrosos y hay que tener especial cuidado, por lo que los vehículos que se utilicen para ello también tienen que cumplir una normativa, y pasarán continuamente por revisiones para asegurar que están en buen estado.
Se necesitan vehículos concretos para transportar según qué residuo; no todos valen para cualquier cosa. Y aparte de ser minucioso con el tipo de vehículo, hay que serlo también con el envase y embalado. Se usan contenedores diferentes en base al tipo de residuo y su riesgo de contaminación, siempre homologados. E igual que para almacenarlos, no se pueden mezclar distintos tipos de residuo.
Los residuos peligrosos han de estar debidamente identificados y tener su documentación pertinente, donde se plasma toda la información necesaria; el transportista tiene que llevarla encima para poder realizar el transporte. Los vehículos tienen que llevar dos indicadores a la vista (Señal V-11), uno delante y otro detrás, que hagan saber a todo el mundo qué tipo de residuo están transportando. Además, en este tipo de transporte, la ruta prefijada ha de ser seguida al pie de la letra.
Todo ello está plasmado en el ADR. Un Acuerdo de Transporte de Mercancías Peligrosas por Carretera europeo, que se tiene que seguir escrupulosamente.
Como habrás podido comprobar, este tipo de transporte es algo peligroso y delicado, por lo que tiene que hacerse por empresas especializadas, cumpliendo la normativa vigente.
El adecuado transporte de residuos en Valencia está asegurado con nosotros, Garfella Carsi. Para más información, contáctanos. Estaremos encantados de poder ayudarte.